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domingo, 31 de mayo de 2020

RESUMEN - AUSCULTACION Sindromes Pleuropulmonares

SÍNDROME PLEUROPULMONAR : SONIDO A LA AUSCULTACIÓN

Rarefacción: Estertores crepitantes o roncantes
Condensación: soplo tubario/cavitario  o  Estertores roncantes
derrame pleural: frote al auscultar
Neumotorax/atelectasia: Silencio auscultatorio o Murmullo vesicular abolido

*COMO REGLA GENERAL TODOS PRESENTAN MOVIMIENTOS RESPIRATORIOS DISMINUIDOS

**LA TRANSMISIÓN DE LA VOZ ESTA AUMENTADA EN CONDENSACIÓN, EN EL RESTO DISMINUIDA.


sábado, 15 de julio de 2017

RESUMEN FISIOLOGIA PULMONAR

FISIOLOGIA PULMUNAR
Dentro de la fisiología tenemos dos tipos de ventilación, los cuales son:
Ventilación pulmonar, que se refiere al intercambio total de los gases entre el pulmón y la atmósfera. Ventilación alveolar que se refiere al Intercambio de gases en la porción de intercambio de los pulmones. El cociente global V/Q (ventilación alveolar total dividida por el gasto cardiaco) aporta poca información sobre el intercambio gaseoso en el pulmón. Sin embargo, las relaciones locales V/Q son las que realmente determinan las presiones alveolares y sanguíneas de O2 y CO2.


En bipedestación, la distribución de la ventilación y la perfusión no son homogéneas (zonas de West). Por efecto gravitacional, en los vértices la ventilación es mayor que la perfusión y lo contrario ocurre en las bases. En las zonas intermedias ambos son similares.
Áreas perfundidas y no ventiladas, con V/Q = 0, (equivale al concepto fisiológico de cortocircuito). Áreas ventiladas no perfundidas (espacio muerto fisiológico), que corresponde al 25% de la ventilación.


ESPACIO MUERTO
El espacio muerto es la porción de cada volumen corriente que no toma parte del intercambio gaseoso.
Existen dos formas diferentes de definir el espacio muerto-- anatómico y fisiológico. El espacio muerto anatómico es el volumen total de las vías aéreas de conducción desde la nariz o boca hasta el nivel de los bronquiolos terminales, y es de 150 ml promedio en los humanos. El espacio muerto anatómico se rellena con aire inspirado al final de cada inspiración, pero este aire es espirado sin modificaciones. Así, si asumimos un volumen corriente normal de 500 ml, cerca de un 30% de este aire es "desperdiciado" en el sentido de que no participa en el intercambio gaseoso.
El espacio muerto fisiológico incluye todas las partes no-respiratorias del árbol bronquial incluyendo el espacio muerto anatómico, además de aquellos factores que por diferentes factores están bien ventilados, pero mal perfundidos y por lo tanto son menos eficientes en el intercambio de gases con la sangre.


PERFUSIÓN
La perfusión pulmonar es el flujo de sangre venosa a través de la circulación pulmonar hasta los capilares y el retorno de la sangre oxigenada al corazón izquierdo. Existen una serie de factores fisiológicos que determinan el flujo sanguíneo pulmonar (Q) y las resistencias vasculares pulmonares (RVP):
·         La gravedad, que en bipedestación es mayor la perfusión de las bases que de los vértices.
·         Presión intravascular.
·         Presión extravascular y volumen pulmonar.
·         Hipoxia, al bajar los niveles de PO2 se produce una vasoconstricción pulmonaria para desviar la sangre a las zonas más ventiladas.

Gasometría normal:

 




TRANSPORTE DE OXÍGENO Y DIOXIDO DE CARBONO
La sangre transporta los gases respiratorios por todo el organismo. El O2 se transporta desde los pulmones hasta todos los tejidos del organismo, mientras que el CO2 producido por las células responsables del metabolismo se transporta hasta los pulmones para que sea eliminado del organismo. Es decir, el O2 se desplaza desde los alvéolos hasta la sangre capilar pulmonar por difusión, porque la presión parcial de O2 (PO2) en el aire alveolar es mayor que la de la sangre pulmonar. En los tejidos periféricos, la PO2 es menor en las células que en la sangre arterial que penetra en los capilares y, por consiguiente, el O2 de la sangre difunde a través de los espacios intersticiales hasta el interior de la célula. En cambio, la presión parcial de CO2 (PCO2) en los tejidos en actividad metabólica es mucho mayor que la de la sangre capilar, de modo que el CO2 difunde a la sangre y llega a los pulmones. Aquí la PCO2 de la sangre capilar pulmonar es mayor que la de los alvéolos, y el CO2 difunde a través de las membranas capilares y alveolares y se elimina del organismo en la espiración.



HEMOGLOBINA Y OXÍGENO
La hemoglobina aumenta la capacidad de la sangre para transportar oxígeno. La solubilidad del oxígeno en el agua plasmática es muy baja, por lo que se necesitaría que el corazón bombeara alrededor de 80 litros/minuto para suministrar el oxígeno necesario para los requerimientos del organismo, y no los 5 litros/minuto que bombea el corazón del cuerpo humano en estado de reposo. Esto se explica porque organismo utiliza una proteína, la hemoglobina, que aumenta la capacidad de la sangre para transportar oxígeno, recordemos que una molécula de hemoglobina tiene capacidad para cuatro moléculas de oxígeno.


 Cada molécula de hemoglobina consta de una parte protéica (globina)formada por cuatro cadenas polipeptídicas, y de cuatro moléculas llamadas grupo HEMO que contiene un átomo de Fe+2 que se combina libremente con una molécula de oxígeno formando oxihemoglobina (HbO2), este proceso tiene lugar en los capilares alveolares de los pulmones donde la PO2 es elevada. Cuando la oxihemoglobina se disocia para liberar el oxígeno en los tejidos metabólicamente activos, ésta se convierte en desoxihemoglobina. La hemoglobina saturada con oxígeno es de color rojo brillante, mientras que la hemoglobina que ha perdido una o más moléculas de O2 tiene un color más oscuro. A medida que la sangre atraviesa los tejidos, cede el O2 y el porcentaje de saturación de O2 disminuye, por esta razón la sangre venosa es más oscura que la arterial. Cuando la cantidad de desoxihemoglobina aumenta demasiado la piel y las membranas mucosas adoptan una coloración azulada, un proceso conocido como cianosis. La facilidad con que la hemoglobina acepta una molécula de oxígeno depende del número de sitios de unión que ya estén ocupados por otras moléculas de O2. Existe una cooperación entre los sitios de unión, de modo que la ocupación de uno de los cuatro sitios facilita la unión de una segunda molécula de O2, y así sucesivamente.


 DIÓXIDO DE CARBONO

El dióxido de carbono es transportado en la sangre en tres formas diferentes: 1.- Como CO2 disuelto. 2.- Como iones bicarbonato. 3.- Como carbaminohemoglobina, una combinación entre el CO2 y los grupos amino libres de la hemoglobina. Alrededor de un 5 a un 7% del CO2 sanguíneo total se encuentra en solución y su concentración está determinada por su solubilidad y su presión parcial. El CO2 producido por el metabolismo tisular también se combina con agua: CO2 + H2O H2CO3 Formando ácido carbónico que se disuelve fácilmente disociándose en iones hidrógeno (H+) e iones bicarbonato (HCO- 3): H2CO3 H+ + HCO- 3. En el plasma la reacción tiene lugar lentamente, pero en los eritrocitos es catalizada por una enzima denominada anhidrasa carbónica. En consecuencia, a medida que el CO2 difunde en los eritrocitos se forma ácido carbónico, que inmediatamente se disocia en iones bicarbonato e iones hidrógeno. Estos últimos son neutralizados principalmente por la hemoglobina, mientras que gran parte del bicarbonato sale de la célula intercambiado por iones cloruro (Cl-). Alrededor del 90% del total de CO2 de la sangre es transportado en forma de iones bicarbonato. El taponamiento de los iones de hidrógeno formados por la disociación de ácido carbónico es muy importante, ya que permite que en la sangre se transporten grandes cantidades de CO2 (en forma de bicarbonato) sin que el pH se altere en más de 0,05 unidades. Alrededor de una tercera parte se combina con grupos amino en las moléculas de hemoglobina formando carbaminohemoglobina.

miércoles, 28 de junio de 2017

FIBROSIS QUISTICA - Lo que debes de saber



Es una enfermedad genética, de herencia autosómica recesiva, presente en todo el mundo, pero más frecuente en la raza caucásica, donde una de cada 25 personas es portadora heterocigota sana.
La enfermedad está causada por mutaciones de un solo gen localizado en el brazo largo del cromosoma 7, que codifica una proteína de 1.480 aminoácidos, llamada proteína reguladora del manejo de iones en las membranas (CFTR).


Esta proteína, se comporta como un canal de cloro, controlado por AMPc, que regula directamente los movimientos de las partículas de cloruro e indirectamente los movimientos del sodio y agua, dando lugar a la producción de un moco anómalo y espeso en todos los órganos, especialmente en los pulmones, páncreas, intestino, hígado, glándulas sudoríparas y conductos deferentes en los varones, con interferencia en su funcionalismo.


Hasta el momento se han identificado unas 1.600 mutaciones, pero hay una más prevalente, presente aproximadamente en el 75% de todos los pacientes a nivel mundial, la denominada 508del que se expresa por la pérdida del aminoácido fenilalanina en la posición 508.


El resultado final es el mismo con todas las mutaciones: la imposibilidad de transportar cloruro que conlleva una secreción insuficiente de líquido con una inadecuada hidratación de macromoléculas y la alteración de las propiedades fisicoquímicas de las secreciones de los órganos afectados.


En el diagnostico los criterios actuales se basan en rasgos clínicos compatibles (fenotipo), como son la enfermedad sinopulmonar, las anormalidades gastrointestinales y nutricionales, los síndromes pierde sal, y la azoospermia obstructiva o la historia de enfermedad en hermanos y primos o el cribado neonatal positivo, junto con una prueba de laboratorio que evidencie disfunción de la proteína CFTR como es una concentración de cloro en sudor superior a 60 mmol/L o la detección de 2 mutaciones reconocidas o la demostración de alteración en el transporte iónico a través del epitelio nasal (diferencia potencial nasal).


Clásicamente se ha considerado que la FQ es un trastorno genético que da lugar a una enfermedad severa en los primeros años de la vida cuyas manifestaciones más comunes son la malabsorción intestinal con diarrea crónica, la malnutrición y la neumopatía crónica, pero actualmente se conoce como un trastorno complejo que produce un amplio abanico de expresiones clínicas que pueden aparecer a cualquier edad y también de forma atípica.


Aunque la mayoría de los pacientes presentan bronquiectasias difusas, la colonización bronquial crónica por Pseudomonas aeruginosa es menos frecuente, predominando otros gérmenes como el Haemophilus influenzae, Staphylococcus aureus, complejo Burkholderia cepacia, Stenotrophomona maltophilia y Achromobacter xylosoxidans.


Métodos diagnósticos
Test del sudor
Es una excelente herramienta diagnóstica y siempre debe realizarse por un método validado. Mide la concentración de cloruro en el sudor y concentraciones >60 mmol/L confirman el diagnóstico. Sin embargo, los resultados deben ser interpretados siempre por expertos en el contexto de cada paciente. Así, niños con FQ menores de 3 meses de edad pueden tener cifras entre 40 y 60 mmol/L y en algunos adultos se han descrito valores entre 40-60 mmol/L e incluso < 60 mmol/L. Para confirmar el diagnóstico por este método se precisan dos determinaciones positivas.

Estudio genético
Para el diagnóstico se requiere la demostración de la existencia de dos mutaciones responsables de la alteración de la proteína CFTR
La mutación F508 del es la más frecuente


TRATAMIENTO Evidentemente es muy complejo al tratarse de una enfermedad multiorgánica, crónica y progresiva y es por ello que es preciso que sea realizado en centros especializados con atención y manejo multidisciplinarios.
Manejo de la afectación respiratoria
1) Antibióticos: La elección de los antibióticos se determinará según el tipo de germen y sus sensibilidades, y la ruta de administración de los fármacos, intravenosa, oral o inhalada, se decidirá en función de la gravedad de la exacerbación respiratoria. El régimen más habitual en las exacerbaciones por P. aeruginosa es un aminoglucósido más una cefalosporina de tercera generación como la ceftazidima. Son pocos los fármacos disponibles por vía oral frente a la P. aeruginosa y los más empleados son las quinolonas (ciprofloxacino, moxifloxacino...) y menos frecuentemente el sulfametoxazoltrimetoprim y cloramfenicol.


2) Broncodilatadores: Se deben utilizar antes de la fisioterapia para favorecer la eliminación de las secreciones y antes de la administración de antibióticos inhalados.


3) Agentes que alteran las propiedades del esputo Mucolíticos, DN-asa y suero salino hipertónico


4) Fármacos antiinflamatorios: Los corticoides orales se han demostrado útiles pero su uso no se contempla en la actualidad debido a sus efectos secundarios indeseables y su utilidad por vía inhalada está en estudio. El ibuprofeno ha sido también utilizado y en los últimos años. Se ha demostrado la eficacia de la azitromicina, y de fármacos, como las estatinas y el metotrexate, en la reducción del número e intensidad de las exacerbaciones respiratorias.


5) Fisioterapia respiratoria: Tiene como objetivo limpiar las vías respiratorias de secreciones viscosas y espesas que contienen altas concentraciones de bacterias, citocinas y productos bacterianos. Se debe comenzar lo más precozmente posible


Manejo de la afectación digestiva
Suplementación enzimática
La IP requiere suplementación enzimática para conseguir las mínimas pérdidas fecales de grasas, vitaminas, proteínas y ácidos biliares, mejorando así la digestión y la absorción de alimentos y vitaminas liposolubles.
El Comité de Consenso de la Fundación Americana de FQ indicó las siguientes recomendaciones para la administración de enzimas pancreáticos:
      500-2.500 unidades de lipasa /kg de peso y comida o
      < 10.000 unidades de lipasa por / kg de peso y día o
      < 4.000 unidades de lipasa por gramo de grasa de la dieta.
La dosificación debe ajustarse siempre de forma individualizada en cada paciente, según el grado de esteatorrea y según la ingesta alimentaria y nunca debe sobrepasarse la dosis de 10.000 unidades de lipasa/kg/día. Además, dado que la esteatorrea puede producir un déficit de vitaminas liposolubles   se   deben   administrar   éstas, fundamentalmente A (5.000-10.000 U /día), D (400-800 U /día) y E (50-200 U /día), siendo menores las necesidades de vitamina K, salvo en los casos de colestasis, infecciones y toma frecuente de antibióticos.
Tratamiento nutricional

Desde el momento del diagnóstico debe prevenirse la malnutrición, no sólo clínica sino subclínica, iniciando con énfasis la educación nutricional de los padres y pacientes y asegurando una ingesta adecuada para lograr un balance positivo de energía en todo momento
En los pacientes con FQ existen múltiples causas que favorecen un balance energético negativo: factores genéticos, ingesta disminuida, pérdidas aumentadas, aumento del gasto energético, inflamación tisular mantenida e infección crónica con exacerbaciones frecuentes. Muchos tienen un adecuado estado nutritivo que se va deteriorando lentamente de forma poco evidente, ya que es frecuente que durante las sucesivas exacerbaciones infecciosas haya períodos cortos, pero repetidos, de ingestas deficitarias que coinciden además con un gasto energético particularmente elevado y por ello resulta fundamental ser conscientes de esta situación y prestar especial atención a la recuperación nutricional durante y después de las reagudizaciones.

En todos los casos, el aporte de calorías debe ser elevado, del 110 al 200% de las recomendaciones de ingesta diaria de las personas normales, con una distribución de macronutrientes aproximada en forma de 15-20% de la energía recomendada como proteínas, 40-48% como carbohidratos y 30-35% como grasa.
Un grupo de expertos, a petición de la Fundación Americana de FQ, clasificó a los pacientes en cinco categorías según sus necesidades de aporte nutricional y propuso líneas de actuación concretas para cada grupo.  


Suplementos nutricionales:
En general, pueden estar indicados cuando sea necesario conseguir mayores aportes calóricos que los que el paciente es capaz de ingerir con la alimentación natural. Los suplementos líquidos suelen aportar de 1 a 2 calorías por ml, lo que permite proporcionar en un pequeño volumen muchas calorías.
Los suplementos deben valorarse en pacientes con infecciones frecuentes, cuando hay insuficiencia respiratoria, en los fracasos del desarrollo con percentiles inferiores al P15 y en los casos de nutrición deficiente con disminución de la velocidad de crecimiento-.
Deben indicarse de forma individualizada, administrándolos dos o tres veces al día por boca o en forma de nutrición enteral nocturna por sonda nasogástrica o a través de gastrostomía cuando se prevea que la suplementación va a ser necesaria durante largo tiempo.
Una pauta orientativa puede ser:
      para niños de 1 a 3 años de 200 a 400 calorías al día;
      de 3 a 8 años de 400 a 800 calorías al día
      y de 8 años en adelante de 400 a 1.000 calorías al día.


La utilización de suplementos es una práctica habitual y existen numerosos preparados comerciales que pueden usarse tanto en niños como en adultos.

ASMA TRATAMIENTO

El asma es una enfermedad crónica frecuente. Provoca síntomas respiratorios, limitación de la actividad y exacerbaciones (crisis o  ataques) que en ocasiones requieren asistencia médica urgente y que pueden ser mortales.
Tratarse de manera efectiva y la mayoría de los pacientes puede lograr un buen control del asma.

Text Box: ü Sibilancias
ü Dificultad respiratoria
ü Opresión torácica
ü Tos
 








Estos síntomas se asocian a un flujo de aire espiratorio variable, es decir, dificultad para expulsar el aire de los pulmones debido a broncoconstricción (estrechamiento de las vías respiratorias), inflamación  de las paredes de las vías respiratorias y aumento de la mucosidad.

Los factores que pueden desencadenar o agravar los síntomas asmáticos son infecciones víricas, alérgenos domésticos o laborales (por ejemplo, ácaros del polvo doméstico, polen o cucarachas), humo del tabaco, ejercicio y estrés. Estas respuestas son más probables cuando el asma no está controlada.

Algunos medicamentos pueden inducir o desencadenar el asma, por ejemplo, los betabloqueantes y, en algunos pacientes, el ácido acetilsalicílico y otros AINEs.

ESTABLECIMIENTO DEL DIAGNÓSTICO DE ASMA
Tiene dos características principales que la definen:
•           Antecedentes de síntomas respiratorios, como sibilancias, dificultad respiratoria, opresión torácica y tos, que varían con el tiempo y en intensidad
•           Limitación variable del flujo de aire espiratorio.
•           Al menos una vez durante el proceso diagnóstico, cuando el FEV1 es bajo, se documenta que el cociente FEV1 /FVC está reducido. El cociente FEV1 /FVC normalmente es mayor de 0,75-0,80 en los adultos y de 0,90 en los niños.


Crisis de asma
Definicion
Agudizacion de la enfermedad. El 36 % de los pacientes presentan un exacerbacion al año.
Riesgo de presentación
Nivel de gravedad
-           Clínico
-           Funcional
-           Infiltración eosinofilica



Factores desencadenantes
Infecciones virales, aero alérgenos y cambios climáticos (otoño e invierno)
Presentación clínica
Tos, disnea, Sibilancias al final de la espiración , Polipnea, Respiración corta por la capacidad vital disminuida , Opresión ( dolor torácico) y Fatiga.
Sospecha de crisis de riesgo vital: bradicardia, cianosis, hipotensión, disminución del estado de alerta y tórax silente.

Tratamiento del asma
Tener en cuenta que los objetivos a largo plazo son controlar síntomas y reducir el riesgo.
Es decir, evitar deterioro en la vía respiratoria y efectos secundarios de la medicación por lo que variara la terapéutica a emplear en cada paciente.




Para control de síntomas y reducción del riesgo es necesario: medicación sintomática de control, tratar factores de riesgo modificables y emplear tratamiento y estrategias no farmacológicas.
PASO 1: SABA según las necesidades sin medicación de control. Indicado exclusivamente cuando los síntomas son ocasionales.

PASO 2: Tratamiento regular con ICS en dosis bajas más SABA según las necesidades, otra opción puede ser LTRA teniendo en cuenta que este último es menos eficaz que ICS.
En caso de asma alérgica puramente estacional, comienzo inmediato con ICS e interrupción 4 semanas después del final de la exposición

PASO 3: ICS/LABA en dosis bajas como tratamiento de mantenimiento más SABA o bien ICS/formoterol como tratamiento de mantenimiento y rescate. En los pacientes con ≥ 1 exacerbación en el último año, una estrategia de mantenimiento y rescate con dosis bajas de DPB/formoterol o BUD/ formoterol es más eficaz que el uso de ICS/LABA

PASO 4: Tratamiento de mantenimiento y rescate con ICS/formoterol o bien ICS en dosis intermedias/LABA como mantenimiento más SABA según las necesidades. medicamento de control adicional, por ejemplo, LTRA o teofilina de liberación lenta (adultos).

PASO 5: Derivación para investigación por un especialista y tratamiento adicional.
omalizumab (anti-IgE) en caso de asma alérgica grave y mepolizumab (anti-IL5) en caso de asma eosinófila grave, ambos en mayore de 12 años.



*corticosteroide inhalado (ICS)
*beta-agonistas de acción prolongada (LABA)
*agonista B2 de corta duración (SABA)
*modificadores de leucotrienos (LTRA)

¿Con qué frecuencia debe revisarse a los pacientes con asma? Preferentemente, los pacientes deben ser revisados 1-3 meses después del comienzo del tratamiento y cada 3-12 meses a partir de entonces

TUBERCULOSIS - Lo que debes saber

TUBERCULOSIS


La tuberculosis (TBC) es una enfermedad contagiosa causada por Mycobacterium tuberculosis. Esta bacteria normalmente afecta los pulmones, pero también puede afectar cualquier otro órgano e infectar a cualquier persona a cualquier edad.
Las bacterias de la tuberculosis (TBC) se activan si el sistema inmunológico no puede impedir su crecimiento. Una vez activas comienzan a multiplicarse en el cuerpo y causan la enfermedad de TBC. Algunas personas la desarrollan poco después de ser infectadas, antes de que sus sistemas inmunológicos puedan combatir la bacteria de TBC. Otras personas pueden enfermarse años después, si sus sistemas inmunológicos se debilitan por alguna razón.
Es una enfermedad muy antigua, habiéndose encontrado lesiones de posible etiología tuberculosa en huesos de momias egipcias que datan de 3.700 años a.C. Sin embargo no puede ser considerada como una enfermedad del pasado, ya que mata actualmente a tres millones de personas por año en el mundo.


ETIOLOGÍA
La gran mayoría de los casos de tuberculosis están producidos por Mycobacterium tuberculosis, especie de la familia de Mycobacteriaceae. Junto con otras tres especies muy relacionadas, M. bovis, M. africanum y M. microti, forman el grupo de micobacterias tuberculosas (M. tuberculosis complex).
Las micro bacterias son bacilos ácido alcohol resistentes, aerobios estrictos, inmóviles, no esporulados, que son Gram (+) aunque la tinción es muy irregular. Se reproducen muy lentamente, son resistentes a los ácidos y álcalis y tienen una gran envoltura de ácidos micólicos, ácidos grasos. Por fuera de la capa de ácidos micólicos existen una serie de fenol glicolípidos y glicolípidos, de entre los que destaca el cord factor, importante para el diagnóstico. Son bacterias intracelulares, capaces de vivir dentro de las células, y más concretamente, de los macrófagos, de forma que son capaces de endentecer su metabolismo de forma indefinida.


TRANSMISIÓN
Es transmitida de persona a persona principalmente por vía respiratoria, a través de las gotitas respiratorias. Los bacilos tuberculosos (en número de 1 a 3) forman los núcleos de estas pequeñas gotitas, lo suficientemente pequeñas (1-5 micras de diámetro) como para evaporarse, y permanecer suspendidas en el aire varias horas.
Las partículas de mayor tamaño, aunque tengan mayor número de bacilos, son menos contagiosas, pues caen por gravedad, o en el caso de ser inhaladas, son eliminadas por el sistema mucociliar y la tos. Cuando una persona con tuberculosis pulmonar o laríngea tose, estornuda, habla o canta, emite estas pequeñas partículas.


La posibilidad de que la enfermedad se transmita depende de cuatro factores:
•           Las características del enfermo.
•           El entorno en que tiene lugar la exposición.
•           La duración de la exposición.
•           La susceptibilidad del receptor (de ella hablaremos en la patogenia).


La capacidad de infectar de un enfermo determinado va a depender de la cantidad de bacilos que expulse con sus secreciones respiratorias, estando ésta en relación directa con la frecuencia de la tos, la existencia de lesiones cavitadas y con las formas de diseminación broncógena. La tuberculosis laríngea es especialmente infectiva.
El hacinamiento facilitará la posibilidad de transmisión. De nuevo, una medida tan simple como una buena ventilación hará disminuir esta posibilidad (con seis o más intercambios del aire de la habitación en una hora son suficientes).
El contagio se puede producir en un contacto esporádico con un enfermo, pero evidentemente cuanto más íntimo y prolongado sea el contacto, mucho mayores serán las posibilidades: familiares, compañeros de habitación, compañeros de trabajo etc., serán los que más frecuentemente se infecten. En general, se acepta que el 23-25% de los contactos con un caso infeccioso se infectarán.


 PATOGENIA
Cuando una persona inhala esas partículas suspendidas en el aire, lo suficientemente pequeñas como para llagar a los alvéolos, comienza la infección. Es difícil establecer cuántos bacilos se necesitan para producir infección, pero se estima que entre 5 y 200.
Una vez en los alvéolos, los bacilos son fagocitados por los macrófagos alveolares no activados (Estadio I de la patogenia), donde se multiplican y producen la liberación de citoquinas que, a su vez, atraerán a más macrófagos y monocitos que de nuevo fagocitarán los bacilos. Se produce una acumulación de monocitos y bacilos intracelulares (Estadio II o estado de simbiosis, también conocido como Fase de Crecimiento Logarítmico) entre los días 7 y 21. La posterior necrosis tisular y de los macrófagos (Necrosis caseosa, Estadio III) hace que se cree un medio desfavorable para la multiplicación de los bacilos. Esto se produce alrededor de la tercera semana.
Con la sensibilización de los linfocitos CD4 se produce una reacción inmunológica tipo TH1 con liberación de citocinas que activan los macrófagos, capaces de la destrucción del bacilo. Este fenómeno dará lugar a la formación de los granulomas que caracterizan histológicamente a la enfermedad (Estadio IV).
Si la secuencia en la patogenia continúa y se produce la licuefacción del material (Estadio V) y éste drena a la vía aérea, se producirá la cavitación. En este medio los macrófagos activados son ineficaces, por lo que se crean unas condiciones idóneas para la multiplicación extracelular de los bacilos.
Este foco primario casi siempre es subpleural, y localizado en la región media del pulmón (zona inferior de los lóbulos superiores y superior de los lóbulos inferior y medio), donde el flujo aéreo mayor facilita el que se depositen esos bacilos inhalados.


Algunas situaciones médicas aumentan el riesgo de que la infección progrese a enfermedad
•           Infección por VIH-SIDA.
•           Adicción a drogas, especialmente por vía parenteral.
•           Infección reciente (en los dos años previos).
•           Hallazgos radiológicos sugestivos de TB previa.
•           Diabetes Mellitus.
•           Silicosis.
•           Terapia prolongada con corticoides.
•           Otras terapias inmunosupresoras.
•           Cáncer de cabeza y cuello.
•           Insuficiencia renal crónica.
•           Gastrectomía.
•           Síndromes de malabsorción crónica.




Los tres períodos de la vida asociados con más riesgo de progresión a enfermedad son la infancia, la década comprendida entre los 15 y los 25 años y la edad avanzada.
Los pulmones son los órganos más frecuentemente afectados por la tuberculosis. Así, el 85% de los casos son pulmonares.
Sin embargo, es una enfermedad sistémica, y puede afectar a numerosos órganos. El derrame pleural puede ocurrir en cualquier momento después de la primoinfección. La liberación de una pequeña cantidad de proteínas de los bacilos, material antigénico, desde un foco parenquimatoso subpleural al espacio pleural produce una reacción inflamatoria con la acumulación de un exudado.
La tuberculosis miliar se produce cuando un foco necrótico erosiona un vaso sanguíneo, y una gran cantidad de bacilos entra en el torrente circulatorio en un breve espacio de tiempo, diseminándose a numerosos órganos.
La ruptura de un foco necrótico directamente al espacio subaracnoideo producirá la meningitis.
El hueso y la articulación subyacente pueden afectarse conjuntamente, afectar a otro hueso (es el ejemplo de la afectación vertebral en la tuberculosis, en la que suelen verse implicadas dos vértebras adyacentes, a diferencia de lo que suele observarse en la afectación y extenderse a los tejidos blandos adyacentes produciendo abscesos.
La afectación renal suele producirse cuando un foco cortical necrótico drena en el sistema colector, pudiendo afectar de forma secundaria a la médula renal, uréter y vejiga. La infección del tracto genital femenino es casi siempre vía hematógena, mientras que el masculino puede serlo también a través de la orina.


MANIFESTACIONES CLÍNICAS DE LA TUBERCULOSIS PULMONAR
La tuberculosis pulmonar suele presentarse habitualmente con tos productiva de larga evolución, es el principal síntoma respiratorio. El esputo suele ser escaso y no purulento. Puede existir dolor torácico, y en ocasiones hemoptisis. Ésta última, aunque suele reducirse a esputo hemoptoico o hemoptisis leve, es indicativa de enfermedad avanzada.
La pleuritis tuberculosa suele presentarse generalmente de forma unilateral, y puede asociarse a dolor pleurítico agudo o recurrente.
La elevación de los niveles de adenosin deaminasa (ADA) en el líquido pleural tiene su utilidad diagnóstica. Cifras mayores de 40 UI tienen una sensibilidad y una especificidad muy altas. La baciloscopia raramente es positiva, y el cultivo será positivo en un 25% de los casos. La biopsia pleural puede demostrar granulomas en un 75% de las muestras. Con el tratamiento tuberculostático raramente es necesario recurrir a toracocentesis repetidas para su curación.


DIAGNOSTICO
El diagnóstico de la tuberculosis se establece cuando el bacilo tuberculoso es identificado en los líquidos corporales o tejidos del enfermo.
La prueba de la tuberculina mediante la intradermorreacción de Mantoux es el único método aceptado para el diagnóstico de la infección tuberculosa. Consiste en la inyección intradérmica de 1 ml del derivado purificado del antígeno proteico tuberculínico (PPD). Su lectura se debe realizar entre los 2 y los 5 días, preferiblemente a las 72 horas. Se considera infección tuberculosa cuando la induración es igual o superior a 5 mm, excepto en los vacunados con BCG que ha de ser mayor de 14mm. La radiografía puede darnos mucha información.
Cultivo de esputo. Esputo es el material que se elimina de los pulmones al toser. Puede estar compuesto por mucosa y sangre. Se puede analizar una muestra de esputo de los pulmones en un microscopio para ver si contiene bacterias de tuberculosis. Puede tomar de 6 a 8 semanas para que un cultivo de esputo dé resultados definitivos.



SÍNTOMAS
Las personas que tienen tuberculosis pueden tener algunos o todos los siguientes síntomas:
·         Tos y expectoración por más de 15 días
·         Debilidad y cansancio constante
·         Pérdida de peso
·         Fiebre
·         Sudores nocturnos
·         Dolor en el pecho
·         Tos con sangre
·         Pérdida de apetito

TRATAMIENTO
MEDIDAS FARMACOLÓGICAS
La tuberculosis requiere un tratamiento mucho más prolongado. Si la terapia no se realiza de forma correcta durante un período suficientemente, una pequeña cantidad de bacilos pueden sobrevivir, con la consiguiente recidiva para el enfermo y reaparición del riesgo de transmisión.
Existen en el mercado combinaciones fijas de fármacos que contiene isoniacida y rifampicina, así como isoniacida, rifampicina y pirazinamida. Estas combinaciones reducen la posibilidad de la toma indebida de un solo fármaco y la aparición de resistencias durante el tratamiento.
Isoniacida
La isoniacida es el fármaco que más se acerca al tuberculostático ideal. Es bactericida, se tolera bien en una única dosis vía oral, es barato, y tiene pocos efectos secundarios. Se absorbe rápidamente y difunde con facilidad a todos los órganos y tejidos. Se suele administrar vía oral, pero puede utilizarse la vía intramuscular en los casos muy graves.

Las dosis diarias en adultos y niños son:
5 mg/Kg al día, máximo 300 mg.
10 mg/Kg tres veces por semana.
15 mg/Kg dos veces por semana.
Rifampicina
Es también bactericida para M. tuberculosis. Tiene un potente efecto tanto sobre los bacilos intra como extracelulares. Es efectiva en dosis diaria única, y bien tolerada. Es liposoluble, se absorbe rápidamente y difunde a todos los tejidos y humores orgánicos. Su presencia es obligada en todas las pautas cortas (6-9 meses) de tratamiento.
Se administra a dosis de 10 mg/Kg diarios en niños y adultos, máximo de 600 mg diarios. Se debe administrar preferentemente 30 minutos antes de las comidas, ya que su absorción disminuye con el alimento.
Pirazinamida
Es bactericida en el ph ácido intracelular y en las zonas de inflamación aguda. Es muy eficaz durante los dos primeros meses de tratamiento, mientras persiste esta inflamación aguda. Su uso permitió acortar la duración de los regímenes terapéuticos, y hace menos probables las recaídas.


Las dosis en adultos y niños son:
25 mg/Kg al día
35 mg/Kg tres veces por semana.

50 mg/Kg dos veces por semana.