miércoles, 28 de junio de 2017

TUBERCULOSIS - Lo que debes saber

TUBERCULOSIS


La tuberculosis (TBC) es una enfermedad contagiosa causada por Mycobacterium tuberculosis. Esta bacteria normalmente afecta los pulmones, pero también puede afectar cualquier otro órgano e infectar a cualquier persona a cualquier edad.
Las bacterias de la tuberculosis (TBC) se activan si el sistema inmunológico no puede impedir su crecimiento. Una vez activas comienzan a multiplicarse en el cuerpo y causan la enfermedad de TBC. Algunas personas la desarrollan poco después de ser infectadas, antes de que sus sistemas inmunológicos puedan combatir la bacteria de TBC. Otras personas pueden enfermarse años después, si sus sistemas inmunológicos se debilitan por alguna razón.
Es una enfermedad muy antigua, habiéndose encontrado lesiones de posible etiología tuberculosa en huesos de momias egipcias que datan de 3.700 años a.C. Sin embargo no puede ser considerada como una enfermedad del pasado, ya que mata actualmente a tres millones de personas por año en el mundo.


ETIOLOGÍA
La gran mayoría de los casos de tuberculosis están producidos por Mycobacterium tuberculosis, especie de la familia de Mycobacteriaceae. Junto con otras tres especies muy relacionadas, M. bovis, M. africanum y M. microti, forman el grupo de micobacterias tuberculosas (M. tuberculosis complex).
Las micro bacterias son bacilos ácido alcohol resistentes, aerobios estrictos, inmóviles, no esporulados, que son Gram (+) aunque la tinción es muy irregular. Se reproducen muy lentamente, son resistentes a los ácidos y álcalis y tienen una gran envoltura de ácidos micólicos, ácidos grasos. Por fuera de la capa de ácidos micólicos existen una serie de fenol glicolípidos y glicolípidos, de entre los que destaca el cord factor, importante para el diagnóstico. Son bacterias intracelulares, capaces de vivir dentro de las células, y más concretamente, de los macrófagos, de forma que son capaces de endentecer su metabolismo de forma indefinida.


TRANSMISIÓN
Es transmitida de persona a persona principalmente por vía respiratoria, a través de las gotitas respiratorias. Los bacilos tuberculosos (en número de 1 a 3) forman los núcleos de estas pequeñas gotitas, lo suficientemente pequeñas (1-5 micras de diámetro) como para evaporarse, y permanecer suspendidas en el aire varias horas.
Las partículas de mayor tamaño, aunque tengan mayor número de bacilos, son menos contagiosas, pues caen por gravedad, o en el caso de ser inhaladas, son eliminadas por el sistema mucociliar y la tos. Cuando una persona con tuberculosis pulmonar o laríngea tose, estornuda, habla o canta, emite estas pequeñas partículas.


La posibilidad de que la enfermedad se transmita depende de cuatro factores:
•           Las características del enfermo.
•           El entorno en que tiene lugar la exposición.
•           La duración de la exposición.
•           La susceptibilidad del receptor (de ella hablaremos en la patogenia).


La capacidad de infectar de un enfermo determinado va a depender de la cantidad de bacilos que expulse con sus secreciones respiratorias, estando ésta en relación directa con la frecuencia de la tos, la existencia de lesiones cavitadas y con las formas de diseminación broncógena. La tuberculosis laríngea es especialmente infectiva.
El hacinamiento facilitará la posibilidad de transmisión. De nuevo, una medida tan simple como una buena ventilación hará disminuir esta posibilidad (con seis o más intercambios del aire de la habitación en una hora son suficientes).
El contagio se puede producir en un contacto esporádico con un enfermo, pero evidentemente cuanto más íntimo y prolongado sea el contacto, mucho mayores serán las posibilidades: familiares, compañeros de habitación, compañeros de trabajo etc., serán los que más frecuentemente se infecten. En general, se acepta que el 23-25% de los contactos con un caso infeccioso se infectarán.


 PATOGENIA
Cuando una persona inhala esas partículas suspendidas en el aire, lo suficientemente pequeñas como para llagar a los alvéolos, comienza la infección. Es difícil establecer cuántos bacilos se necesitan para producir infección, pero se estima que entre 5 y 200.
Una vez en los alvéolos, los bacilos son fagocitados por los macrófagos alveolares no activados (Estadio I de la patogenia), donde se multiplican y producen la liberación de citoquinas que, a su vez, atraerán a más macrófagos y monocitos que de nuevo fagocitarán los bacilos. Se produce una acumulación de monocitos y bacilos intracelulares (Estadio II o estado de simbiosis, también conocido como Fase de Crecimiento Logarítmico) entre los días 7 y 21. La posterior necrosis tisular y de los macrófagos (Necrosis caseosa, Estadio III) hace que se cree un medio desfavorable para la multiplicación de los bacilos. Esto se produce alrededor de la tercera semana.
Con la sensibilización de los linfocitos CD4 se produce una reacción inmunológica tipo TH1 con liberación de citocinas que activan los macrófagos, capaces de la destrucción del bacilo. Este fenómeno dará lugar a la formación de los granulomas que caracterizan histológicamente a la enfermedad (Estadio IV).
Si la secuencia en la patogenia continúa y se produce la licuefacción del material (Estadio V) y éste drena a la vía aérea, se producirá la cavitación. En este medio los macrófagos activados son ineficaces, por lo que se crean unas condiciones idóneas para la multiplicación extracelular de los bacilos.
Este foco primario casi siempre es subpleural, y localizado en la región media del pulmón (zona inferior de los lóbulos superiores y superior de los lóbulos inferior y medio), donde el flujo aéreo mayor facilita el que se depositen esos bacilos inhalados.


Algunas situaciones médicas aumentan el riesgo de que la infección progrese a enfermedad
•           Infección por VIH-SIDA.
•           Adicción a drogas, especialmente por vía parenteral.
•           Infección reciente (en los dos años previos).
•           Hallazgos radiológicos sugestivos de TB previa.
•           Diabetes Mellitus.
•           Silicosis.
•           Terapia prolongada con corticoides.
•           Otras terapias inmunosupresoras.
•           Cáncer de cabeza y cuello.
•           Insuficiencia renal crónica.
•           Gastrectomía.
•           Síndromes de malabsorción crónica.




Los tres períodos de la vida asociados con más riesgo de progresión a enfermedad son la infancia, la década comprendida entre los 15 y los 25 años y la edad avanzada.
Los pulmones son los órganos más frecuentemente afectados por la tuberculosis. Así, el 85% de los casos son pulmonares.
Sin embargo, es una enfermedad sistémica, y puede afectar a numerosos órganos. El derrame pleural puede ocurrir en cualquier momento después de la primoinfección. La liberación de una pequeña cantidad de proteínas de los bacilos, material antigénico, desde un foco parenquimatoso subpleural al espacio pleural produce una reacción inflamatoria con la acumulación de un exudado.
La tuberculosis miliar se produce cuando un foco necrótico erosiona un vaso sanguíneo, y una gran cantidad de bacilos entra en el torrente circulatorio en un breve espacio de tiempo, diseminándose a numerosos órganos.
La ruptura de un foco necrótico directamente al espacio subaracnoideo producirá la meningitis.
El hueso y la articulación subyacente pueden afectarse conjuntamente, afectar a otro hueso (es el ejemplo de la afectación vertebral en la tuberculosis, en la que suelen verse implicadas dos vértebras adyacentes, a diferencia de lo que suele observarse en la afectación y extenderse a los tejidos blandos adyacentes produciendo abscesos.
La afectación renal suele producirse cuando un foco cortical necrótico drena en el sistema colector, pudiendo afectar de forma secundaria a la médula renal, uréter y vejiga. La infección del tracto genital femenino es casi siempre vía hematógena, mientras que el masculino puede serlo también a través de la orina.


MANIFESTACIONES CLÍNICAS DE LA TUBERCULOSIS PULMONAR
La tuberculosis pulmonar suele presentarse habitualmente con tos productiva de larga evolución, es el principal síntoma respiratorio. El esputo suele ser escaso y no purulento. Puede existir dolor torácico, y en ocasiones hemoptisis. Ésta última, aunque suele reducirse a esputo hemoptoico o hemoptisis leve, es indicativa de enfermedad avanzada.
La pleuritis tuberculosa suele presentarse generalmente de forma unilateral, y puede asociarse a dolor pleurítico agudo o recurrente.
La elevación de los niveles de adenosin deaminasa (ADA) en el líquido pleural tiene su utilidad diagnóstica. Cifras mayores de 40 UI tienen una sensibilidad y una especificidad muy altas. La baciloscopia raramente es positiva, y el cultivo será positivo en un 25% de los casos. La biopsia pleural puede demostrar granulomas en un 75% de las muestras. Con el tratamiento tuberculostático raramente es necesario recurrir a toracocentesis repetidas para su curación.


DIAGNOSTICO
El diagnóstico de la tuberculosis se establece cuando el bacilo tuberculoso es identificado en los líquidos corporales o tejidos del enfermo.
La prueba de la tuberculina mediante la intradermorreacción de Mantoux es el único método aceptado para el diagnóstico de la infección tuberculosa. Consiste en la inyección intradérmica de 1 ml del derivado purificado del antígeno proteico tuberculínico (PPD). Su lectura se debe realizar entre los 2 y los 5 días, preferiblemente a las 72 horas. Se considera infección tuberculosa cuando la induración es igual o superior a 5 mm, excepto en los vacunados con BCG que ha de ser mayor de 14mm. La radiografía puede darnos mucha información.
Cultivo de esputo. Esputo es el material que se elimina de los pulmones al toser. Puede estar compuesto por mucosa y sangre. Se puede analizar una muestra de esputo de los pulmones en un microscopio para ver si contiene bacterias de tuberculosis. Puede tomar de 6 a 8 semanas para que un cultivo de esputo dé resultados definitivos.



SÍNTOMAS
Las personas que tienen tuberculosis pueden tener algunos o todos los siguientes síntomas:
·         Tos y expectoración por más de 15 días
·         Debilidad y cansancio constante
·         Pérdida de peso
·         Fiebre
·         Sudores nocturnos
·         Dolor en el pecho
·         Tos con sangre
·         Pérdida de apetito

TRATAMIENTO
MEDIDAS FARMACOLÓGICAS
La tuberculosis requiere un tratamiento mucho más prolongado. Si la terapia no se realiza de forma correcta durante un período suficientemente, una pequeña cantidad de bacilos pueden sobrevivir, con la consiguiente recidiva para el enfermo y reaparición del riesgo de transmisión.
Existen en el mercado combinaciones fijas de fármacos que contiene isoniacida y rifampicina, así como isoniacida, rifampicina y pirazinamida. Estas combinaciones reducen la posibilidad de la toma indebida de un solo fármaco y la aparición de resistencias durante el tratamiento.
Isoniacida
La isoniacida es el fármaco que más se acerca al tuberculostático ideal. Es bactericida, se tolera bien en una única dosis vía oral, es barato, y tiene pocos efectos secundarios. Se absorbe rápidamente y difunde con facilidad a todos los órganos y tejidos. Se suele administrar vía oral, pero puede utilizarse la vía intramuscular en los casos muy graves.

Las dosis diarias en adultos y niños son:
5 mg/Kg al día, máximo 300 mg.
10 mg/Kg tres veces por semana.
15 mg/Kg dos veces por semana.
Rifampicina
Es también bactericida para M. tuberculosis. Tiene un potente efecto tanto sobre los bacilos intra como extracelulares. Es efectiva en dosis diaria única, y bien tolerada. Es liposoluble, se absorbe rápidamente y difunde a todos los tejidos y humores orgánicos. Su presencia es obligada en todas las pautas cortas (6-9 meses) de tratamiento.
Se administra a dosis de 10 mg/Kg diarios en niños y adultos, máximo de 600 mg diarios. Se debe administrar preferentemente 30 minutos antes de las comidas, ya que su absorción disminuye con el alimento.
Pirazinamida
Es bactericida en el ph ácido intracelular y en las zonas de inflamación aguda. Es muy eficaz durante los dos primeros meses de tratamiento, mientras persiste esta inflamación aguda. Su uso permitió acortar la duración de los regímenes terapéuticos, y hace menos probables las recaídas.


Las dosis en adultos y niños son:
25 mg/Kg al día
35 mg/Kg tres veces por semana.

50 mg/Kg dos veces por semana.

EPOC - Lo que debes saber

ENFERMEDAD OBSTRUCTIVA CRONICA
La Enfermedad obstructiva crónica (EPOC) es un padecimiento que se caracteriza por una limitación persistente del flujo aéreo que normalmente es progresiva y se asocia a una respuesta inflamatoria acentuada y crónica de las vías respiratorias y los pulmones ante la exposición a partículas o gases nocivos. Para establecer un diagnóstico clínico de EPOC se requiere de una espirometría; la presencia de una relación de VEF1/CVF postbroncodilatador de menos de 0.70 confirma la existencia de una limitación persistente del flujo aéreo y por lo tanto, de EPOC. El factor de riesgo encontrado con mayor frecuencia es el tabaquismo. La contaminación del aire en espacios abiertos, ocupacional y en espacios cerrados es otro de los factores de riesgo de EPOC más importantes. El factor de riesgo genético mejor documentado es una severa deficiencia hereditaria de alfa-1 antitripsina, además cualquier factor que afecte el desarrollo pulmonar durante la gestación y la infancia puede incrementar el riesgo. Considerar la posibilidad de EPOC y efectuar una espirometría ante la presencia de cualquiera de estos indicadores en un individuo mayor de 40 años. Estos indicadores no son diagnósticos por si solos, pero la presencia de múltiples indicadores clave incrementa la probabilidad de un diagnóstico de EPOC.
·         Disnea que es: progresiva, característicamente peor con el ejercicio y persistente.
·         Tos crónica: puede ser intermitente e improductiva.
·         Producción crónica de esputo: cualquier patrón de producción crónica de esputo puede ser indicativo de EPOC.
·         Antecedentes de exposición a factores de riesgo: el humo del tabaco, de combustibles utilizados para cocinar y calentar en los hogares y polvos o sustancias químicas ocupacionales.
EPOC y sus diagnósticos diferenciales
Diagnostico
Características sugestivas


EPOC
Inicio después de los 40 años
Síntomas lentamente progresivos
Antecedentes de tabaquismo o exposición a otros tipos de humo




Asma
Inicio precoz en la vida.
Los síntomas varían ampliamente de un día a otro.
Los síntomas empeoran en la noche/mañana temprana.
Presencia de alergia, rinitis y/o eccema.



Insuficiencia cardiaca congestiva
La radiografía de tórax muestra dilatación cardiaca, edema pulmonar.
Las pruebas de la función pulmonar indican restricción del volumen, no limitación del flujo aéreo.



Bronquiectasias
Grandes volúmenes de esputo purulento.
Frecuentemente asociada a infección bacteriana.
La radiografía/TAC de tórax muestra dilatación bronquial, engrosamiento de la pared bronquial.



Tuberculosis
Inicio a cualquier edad.
La radiografía de tórax muestra infiltrado pulmonar.
Confirmación microbiológica.
Prevalencia local elevada de tuberculosis.




Bronquiolitis Obliterante
Inicio a edades más tempranas, no fumadores.
Pueden existir antecedentes de artritis reumatoide o exposición aguda a humos.
Se observa tras un trasplante de pulmón o de medula ósea.
La TAC en la espiración muestra áreas hipodensas.
Evaluación EPOC
Consiste en determinar la gravedad de la enfermedad, sus repercusiones en el estado de salud del paciente y el riesgo de eventos futuros a fin de orientar la terapia, por lo cual se evalúa lo siguiente:
·         Síntomas
·         Grado de limitación del flujo aéreo
·         Riesgo de exacerbaciones (1 episodio agudo con agravamiento de los síntomas con variaciones normales diarias que precisa cambio en la medicación y ocurra 2 o más x año).
·        

Tabla. 4 Evaluación combinada de EPOC
 
Comorbilidades
 

Opciones de tratamiento:
El dejar de fumar es la medida que mas puede influir en la evolución natural del EPOC, por lo cual se le pide al paciente dejar el cigarro y se trata de alejar de zonas de exposición como es el trabajo, bares,  etc.
El realizar actividad física beneficia en sobremanera a los pacientes con EPOC, por lo cual se debe alentar a permanecer activos.
Farmacoterapia para EPOC estable
El objetivo de estos medicamentos es solo para aminorar los síntomas, disminuir la frecuencia y la gravedad de las exacerbaciones, y mejorar el estado de salud y tolerancia al ejercicio, por lo cual cada régimen terapéutico es específico para cada paciente según su estado de gravedad.
Los fármacos que se utilizan son:
Broncodilatadores: Esenciales para el tratamiento sintomático de EPOC, de preferencia se usa el medicamento inhalado, y de acción prolongada por el alivio sintomático sostenido y la reducción de exacerbaciones.
Corticoesteroides inhalados: estos se utilizan en pacientes con EPOC y un VEF1 <60%.
Tratamiento combinado con corticoesteroides/ broncodilatadores inhalados: la combinación de un corticoesteroide inhalado + un beta 2 agonista de acción prolongada es mas efectiva que utilizar estos medicamentos de forma individual.
Inhibidores de la fosfodiesterasa-4: En los pacientes en estadios GOLD 3 y GOLD 4 con antecedentes de exacerbaciones y bronquitis crónica
Metilxantinas. Las metilxantinas son menos efectivas y menos toleradas que los broncodilatadores inhalados de acción prolongada.
Otros tratamientos farmacológicos
Vacunas: Las vacunas antigripales pueden reducir los índices de enfermedad grave y de mortalidad en los pacientes con EPOC, se recomienda en los pacientes con EPOC de 65 años o mayores, disminuye los índices de neumonía extrahospitalaria en los individuos menores de 65 años con un VEF1 < 40% del valor teórico.
Tratamiento Restitutivo de Alfa-1 Antitripsina: EPOC  relacionada con deficiencia de alfa-1 antitripsina.
Antibióticos: Para el tratamiento de las exacerbaciones infecciosas y otras infecciones bacterianas.
Agentes Mucolíticos: Beneficios globales son sumamente limitados.
Antitusígenos: No se recomienda su uso.
Vasodilatadores: El óxido nítrico está contraindicado en la EPOC estable
MANEJO DE FARMACOS SEGÚN LA CATEGORIA DE LA ENFERMEDAD
CATEGORIA
PRIMERA RECOMENDACIÓN
OPCION ALTERNA
OTRAS
A
*Anticolinérgico AC sp
*Agonista beta 2 AC sp
*Anticolinérgico AC y Agonista beta 2 AC
*Anticolinérgico AP
*Agonista beta 2 AP
Teofilina
B
*Anticolinérgico AP
*Agonista beta 2 AP
*Anticolinérgico AP y Agonista beta 2 AP

Anticolinérgico AC y/o agonista beta 2 AC
C
*Anticolinérgico AP
*CI+ agonista beta 2 AP
*Anticolinérgico AC y/o agonista beta 2 AC
* Inhibidor de FDE4
*Teofilina
D
*Anticolinérgico AP y Agonista beta 2 AP
* Anticolinérgico AP y CI
* Anticolinérgico AP y CI + Agonista beta 2 AP
* Anticolinérgico AP o inhibidor de FDE4
* CI + Agonista beta 2 AP + inhibidor de FDE4


*Anticolinérgico AC y/o agonista beta 2 AC
* carbosisteina
*Teofilina

OTROS TRATAMIENTOS
Rehabilitación: Los beneficios pueden ser sostenidos incluso tras un solo programa de rehabilitación pulmonar.
Oxigenoterapia: La administración de oxígeno a largo plazo (> 15 horas por día). Esta indicada en:
    PaO2 igual o inferior a 7.3 kPa (55 mm Hg) o SaO2 igual o inferior al 88%, con o sin hipercapnia confirmada dos veces en un periodo de tres semanas; o
    PaO2 de entre 7.3 kPa (55 MM Hg) y 8.0 kPa (60 mm Hg) o SaO2 del 88%, si existe evidencia de hipertensión pulmonar, edema periférico indicativo insuficiencia cardiaca congestiva o policitemia (hematocrito > 55%). 

Soporte Ventilatorio:. Mejora la supervivencia, pero no mejora la calidad de vida.
Tratamientos Quirúrgicos: Es más significativa entre los pacientes con enfisema predominante en los lóbulos superiores y poca capacidad de ejercicio antes del tratamiento. El trasplante pulmonar ha demostrado mejorar la calidad de vida y la capacidad funcional en pacientes con EPOC muy grave. 

TRATAMIENTO DE LA EPOC ESTABLE
Una vez establecido el diagnóstico de EPOC, el manejo efectivo debe basarse en una evaluación individualizada de la sintomatología en curso y los riesgos futuros:
    Aliviar los síntomas
    Mejorar la tolerancia al ejercicio
    Mejorar el estado de salud 

    Prevenir la progresión de la enfermedad
    Prevenir y tratar las exacerbaciones
TRATAMIENTO NO FARMACOLÓGICO

GRUPO DE PACIENTES
ESENCIAL
RECOMENDADO
DEPENDIENDO DE LAS DIRECTRICES LOCALES
A
Abandono del tabaquismo
Actividad física
Vacunación
B, C, D
Abandono del tabaquismo Rehabilitación pulmonar
Actividad física
Vacunación

Tratamiento de exacerbaciones
Exacerbación de la EPOC: episodio agudo caracterizado por un agravamiento de los síntomas respiratorios del paciente que trasciende las variaciones normales diarias y precisa un cambio en la medicación.
Causas más frecuentes: infecciones de las vías respiratorias (virales o bacterianas).
Evaluar la Gravedad:
• Una PaO2 < 8.0 kPa (60 mm Hg) con o sin una PaCO2 > 6.7 kPa, (50 mm Hg) al respirar aire ambiental indica insuficiencia respiratoria.
• Radiografías de tóraxà excluir diagnósticos alternativos.
•  ECGàdiagnóstico  de  problemas  cardiacos coexistentes.
Opciones terapéuticas
Oxígeno: hipoxemia.  Alcanzar una saturación del 88 - 92%.
Broncodilatadores 2-agonistas  de  acción  corta  inhalados con  o  sin  anticolinérgicos de acción corta en  exacerbaciones.
Corticoesteroides Sistémicos:
ü  Acortan el tiempo de  recuperación
ü  Mejoran  VEF1 y PaO2
ü  Reducen  los  riesgos  de  recaída  precoz,  fracasos  terapéuticos  y  duración de estancia hospitalaria.
*Se recomienda 40 mg de prednisona al día durante 5 días.
Antibióticos:
• Síntomas cardinales: incremento de la disnea, aumento del volumen de esputo, incremento de la purulencia del esputo.
•  Con un incremento de la purulencia del esputo y otro síntoma cardinal.
•  Que requieran ventilación mecánica                           
Indicaciones para hospitalización:
• Notorio incremento en la intensidad de los síntomas
• EPOC grave subyacente
• Aparición de nuevos signos físicos
• Ausencia de respuesta de una exacerbación al tratamiento médico inicial
• Comorbilidades importantes
• Exacerbaciones frecuentes
•  Edad avanzada

• Soporte domiciliario insuficiente