La idea de que solo usamos el 10% de nuestro cerebro es una creencia muy difundida y aceptada por una gran parte de la población, y aunque es romántica y atractiva la idea de que todos tenemos habilidades excepcionales, poderes psíquicos,hasta sobrenaturales escondidas en alguna parte oculta o ignorada del cerebro, no es valido,
Esto se ha demostrado en varias ocasiones y por medio de varios metodos y experimentos, como los descritos por El neurocientífico Barry Beyerstein
Estudios sobre el daño cerebral: Si el 90 % del cerebro no se utiliza, entonces cuando se lesionan ciertas áreas no debe afectar al rendimiento. En cambio, no hay ningún área del cerebro que pueda ser dañada sin que se pierda alguna habilidad. Incluso los daños en las áreas más pequeñas pueden conllevar consecuencias graves.
Evolución: El cerebro necesita un enorme gasto energético en comparación con el resto del cuerpo, consume una gran cantidad de oxígeno y nutrientes. Si el 90 % del mismo no fuese necesario los humanos con el cerebro más pequeño tendrían grandes ventajas para sobrevivir, ya que sus cerebros serían más eficientes. Así que el proceso de selección natural debería haber eliminado los cerebros ineficientes.
Imágenes cerebrales: Tecnologías como la tomografía por emisión de positrones (PET) y la imagen por resonancia magnética funcional (fMRI) permiten monitorizar la actividad cerebral de personas vivas. Estas técnicas han revelado que, incluso mientras dormimos, todas las partes del cerebro presentan algún nivel de actividad. Sólo cuando el cerebro sufre un daño grave tiene “silenciadas” algunas áreas.
Localización de función: En lugar de trabajar como una sola masa, el cerebro tiene regiones distintas para los diferentes tipos de procesamiento de la información. Varias décadas de investigación han permitido mapear las funciones de las áreas del cerebro, y no se han encontrado áreas que no tengan ninguna función.
Análisis microestructural: Mediante la técnica de grabación de unidades individuales (single-unit recording), los investigadores han insertado un electrodo diminuto en el cerebro para monitorizar la actividad de una sola célula. Si no se utilizan el 90 % de las células, esta técnica lo debería haber demostrado.
Estudios metabólicos: Otra técnica científica implica estudiar la adopción de moléculas de 2-desoxi-D-glucosa etiquetadas radiactivamente en el cerebro. Si el 90 % del cerebro estuviera inactivo, entonces esas células inactivas deberían aparecer como áreas en blanco en una radiografía del cerebro. Una vez más, no hay tal resultado.
Enfermedades neuronales: Las células del cerebro que no se utilizan deberían degenerarse. Por lo tanto, si el 90 % del cerebro permaneciera inactivo, las autopsias de cerebros adultos tendrían que revelar una degeneración a gran escala.
Es probable que el mito del 10 % haya surgido de una mala comprensión o interpretación de las investigaciones neurológicas llevadas a cabo a finales del siglo XIX y principios del XX, en las cuales los investigadores:
Describieron que sólo el 10 % de las neuronas del cerebro están “encendidas” en un momento determinado, Anunciaron que sólo habían registrado en mapas las funciones del 10 % del cerebro en ese momento (los informes difieren en este punto).
Otro posible origen del mito del 10 % es que las neuronas solo componen el 10 %
(aproximadamente) de las células del cerebro; el resto son células gliales que, a pesar de estar implicadas en el aprendizaje, funcionan de manera distinta a las neuronas.
Esto se ha demostrado en varias ocasiones y por medio de varios metodos y experimentos, como los descritos por El neurocientífico Barry Beyerstein
Estudios sobre el daño cerebral: Si el 90 % del cerebro no se utiliza, entonces cuando se lesionan ciertas áreas no debe afectar al rendimiento. En cambio, no hay ningún área del cerebro que pueda ser dañada sin que se pierda alguna habilidad. Incluso los daños en las áreas más pequeñas pueden conllevar consecuencias graves.
Evolución: El cerebro necesita un enorme gasto energético en comparación con el resto del cuerpo, consume una gran cantidad de oxígeno y nutrientes. Si el 90 % del mismo no fuese necesario los humanos con el cerebro más pequeño tendrían grandes ventajas para sobrevivir, ya que sus cerebros serían más eficientes. Así que el proceso de selección natural debería haber eliminado los cerebros ineficientes.
Imágenes cerebrales: Tecnologías como la tomografía por emisión de positrones (PET) y la imagen por resonancia magnética funcional (fMRI) permiten monitorizar la actividad cerebral de personas vivas. Estas técnicas han revelado que, incluso mientras dormimos, todas las partes del cerebro presentan algún nivel de actividad. Sólo cuando el cerebro sufre un daño grave tiene “silenciadas” algunas áreas.
Localización de función: En lugar de trabajar como una sola masa, el cerebro tiene regiones distintas para los diferentes tipos de procesamiento de la información. Varias décadas de investigación han permitido mapear las funciones de las áreas del cerebro, y no se han encontrado áreas que no tengan ninguna función.
Análisis microestructural: Mediante la técnica de grabación de unidades individuales (single-unit recording), los investigadores han insertado un electrodo diminuto en el cerebro para monitorizar la actividad de una sola célula. Si no se utilizan el 90 % de las células, esta técnica lo debería haber demostrado.
Estudios metabólicos: Otra técnica científica implica estudiar la adopción de moléculas de 2-desoxi-D-glucosa etiquetadas radiactivamente en el cerebro. Si el 90 % del cerebro estuviera inactivo, entonces esas células inactivas deberían aparecer como áreas en blanco en una radiografía del cerebro. Una vez más, no hay tal resultado.
Enfermedades neuronales: Las células del cerebro que no se utilizan deberían degenerarse. Por lo tanto, si el 90 % del cerebro permaneciera inactivo, las autopsias de cerebros adultos tendrían que revelar una degeneración a gran escala.
Este mito posee varios origenes, y aunque no hay manera de definir alguno como el origen definitivo, todos en conjunto pudieron tener algo que ver con esto, por ejemplo:
Describieron que sólo el 10 % de las neuronas del cerebro están “encendidas” en un momento determinado, Anunciaron que sólo habían registrado en mapas las funciones del 10 % del cerebro en ese momento (los informes difieren en este punto).
Otro posible origen del mito del 10 % es que las neuronas solo componen el 10 %
(aproximadamente) de las células del cerebro; el resto son células gliales que, a pesar de estar implicadas en el aprendizaje, funcionan de manera distinta a las neuronas.
Albert Einstein señalado como la persona que originó el mito. En este caso solo se hizo la afirmacion y se puso origen a una de las personas mas respetadas en la comunidad cientifica para evitar comentarios contrarios.
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